El equipo de gobierno del Ayuntamiento de El Escorial está plenamente decidido a fomentar la participación ciudadana; así, gusta habitualmente de publicar en su página web la convocatoria de los Plenos municipales con 24, 48 e incluso 72 horas, tiempo a todas luces suficiente para que los vecinos se enteren de cuándo tienen lugar por si quisieran asistir (de todos es sabido que uno consulta varias veces al día su correo electrónico, por si alguien tiene que comunicarle algo urgente, y la web de su ayuntamiento, por si tiene suerte y es capaz de enterarse de que hay pleno, ¿o es que usted no lo hace así?).
Quiso la diosa Fortuna que yo consultara el viernes por la tarde la web municipal y (¡oh, sorpresa mayúscula!) me enterara de que se convocaba una sesión del pleno municipal para el lunes a las 9:00 (aunque habitualmente tienen lugar a las 17:00). Organicé mi agenda y preparé mi despertador para asistir a dicha sesión, y así tomé asiento en el salón de plenos a la hora citada.
La sesión resultó ser un mero trámite para formalizar acuerdos previamente tomados en la Comisión de Portavoces, y tuvo una duración de 30 minutos escasos; a pesar de adoptar decisiones importantes para sus vecinos, ni rastro había (ni hay) en la web del consistorio o en el tablón de anuncios de los acuerdos adoptados sobre la modificación de la Ordenanza de precios públicos o de la Ordenanza de cobros y tributos públicos…
Habiendo planeado dedicar mi mañana a la vida municipal, y con tanto tiempo que llenar por delante, decidí consultar las actas de plenos anteriores (que, curiosamente, no figuran en la web municipal…).
Me dirijo a Información y pregunto cuál es el procedimiento para consultar las actas de las sesiones plenarias; “Aunque supongo que debes rellenar una solicitud y pasarla por registro, sube a la primera planta y pregunta en Secretaría, que te informarán mejor” me contesta muy amable el trabajador. Tras agradecer su ayuda, subo la escalera y entro en Secretaría. Allí, una mujer de gafas muy atenta a su ordenador me pregunta que qué deseo sin mirarme a la cara (cosa en absoluto necesaria por otra parte, pues no hay nada destacable en mi cara, pero que curiosamente la gente que trabajamos de cara al público acostumbramos a hacer cuando alguien nos pregunta). Le informo de mi propósito lector, y me informa que las actas están abajo en el archivo, que baje allí y pregunte cómo consultarlas. Un funcionario muy amable y profesional me pregunta que cuáles son las fechas que deseo consultar, y al informarle yo de que son todas las de la presente legislatura en las que estoy interesado, me comunica que lamenta no poder ayudarme, porque las actas de los plenos de la legislatura en curso se guardan en Secretaría.
Vuelvo a atravesar los pasillos, y a subir las escaleras que conducen a secretaría. Pregunto a una compañera de la funcionaria que me atendió antes, y puedo ver sus ojos como platos cuando le comunico que quiero consultar las actas de los plenos recientes. «Un momentito, por favor» me dice mientras entra a un despacho a consultar a la Secretaria del Ayuntamiento (a la que conozco por haber estado en el Pleno). Ambas vuelven hacia mí, y me dicen que tengo que solicitarlo mediante una instancia por registro, y que luego ya verán cómo me facilitan la información. La Secretaria se despide, y le pregunto a su compañera: «¿Cómo lo suelen hacer? ¿Lo facilitan en papel, en soporte digital?¿Hay que venir aquí a consultarlas?». Con franqueza, la trabajador municipal me contesta: «No lo sé; nunca se nos ha dado el caso». En ese momento el que se queda ojiplático y boquiabierto soy yo; el Ayuntamiento es tan poco transparente que me parece lógico que si algún ciudadano ha intentado acceder a los acuerdos del Pleno alguna vez, haya desistido. Aprovecho para preguntar si para consultar el presupuesto municipal el procedimiento es el mismo; la trabajadora me informa de que ese no es accesible a los ciudadanos, que existen 15 días de exposición pública antes de su aprobación, y luego ya es confidencial. Más sorprendido si cabe, amenazo con volver con mi solicitud rellena y pasada por registro, y con una cordial sonrisa me despido.
Aunque parezca una anécdota sacada de «Asterix y las doce pruebas» o del famoso artículo de Larra citado en el título, es real;, ésta es la transparencia y la participación ciudadana que el Ayuntamiento de El Escorial facilita a sus ciudadanos:
- Plenos convocados con, como mucho, 72 horas de antelación en la web municipal
- Imposibilidad para acceder a las actas y acuerdos adoptados en los Plenos
- Modificación de Ordenanzas sin ninguna publicidad para los vecinos
Ojalá la Corporación Municipal cambie el rumbo de sus políticas de transparencia y accesibilidad a la información de los ciudadanos, pero me temo que no va a ser así… Ése es un motivo más por el que Unión, Progreso y Democracia debe estar presente en El Escorial.